jueves, 11 de agosto de 2016

MERCADO MEDIEVAL ¿visto uno … vistos todos?


MERCADO MEDIEVAL  ¿visto uno … vistos todos?

     Llega Agosto y se da el pistoletazo de Salida a la época de los mercados al aire libre ambientados en la Edad Media, y que durará hasta finales de Septiembre mas o menos, y es que hace unos 20 - 25 años empezaron a proliferar por ciudades y pueblos de España lo que se denomina Mercado Medieval.


     El Mercado Medieval actual pretende recuperar esa tradición comercial que data de la Edad Media, donde la creación de nuevos oficios, distintos a los de labrador, tales como arrieros, comerciantes, artesanos, guerreros, etc. .. obligaban a estas gentes, no productoras de alimentos, a comprar los elementos necesarios para cubrir las necesidades básicas propias y de sus familias.

     Una mayor producción, que superaba el autoabastecimiento, creó la necesidad de obtener un rendimiento con su comercialización, lo que unido a la fundación de nuevas villas y la mejora de los caminos,  disminuyeran los costes de conseguir materias primas, abaratando así los productos, lo que fomentó el comercio.

     Todo ello impulsó la creación de centros de venta e intercambio, los mercados, eligiéndose para ello lugares en los que se reunía la gente.

     La importancia que tenían los mercados para la gente del medio rural era elevada pues allí, mediante el sistema de venta y trueque, adquirían los insumos necesarios. (Def. INSUMO:  es todo aquello disponible para el uso y el desarrollo de la vida humana, desde lo que encontramos en la naturaleza, hasta lo que creamos nosotros mismos, es decir, la materia prima de una cosa.)

     Actualmente buscan convertirse en una fiesta popular de reunión y convivencia entre todos los vecinos y visitantes, en muchos casos siendo el principal reclamo turístico.
     Como todo negocio próspero, la idea de rentabilizar al máximo el “proyecto” ha llevado a que se creen asociaciones de artesanos  que van de mercado en mercado ofreciendo sus productos, muchos de ellos artesanales, creando la ambientación, instalando las exposiciones de oficios de la época, etc …  De ahí que digamos que visto un mercado medieval … vistos todos.  Si nos centramos en lo Gastronómico, hay pocas diferencias entre los productos a encontrar entre unos y otros,  ya que no todos son de Km 0, autóctonos de la zona o de la comarca, si bien … siempre merece la pena darse un paseo por los tenderetes por si acaso, y casi siempre “picamos” con algo acabamos que para llenar el morral.


     Al mercado acuden, principalmente, productores de artículos de alimentación como quesos, embutidos, patés, cecina, dulces, empanadas, garrapiñadas, tortas, miel, gofres dulces y salados, caramelos y toffees, pan artesano, etc …

     También se instalan diversas de Tabernas Medievales en las que puedes disfrutar de una refrescante cerveza, vino o refresco, acompañada de un estupendo pincho: montados de lomo, morunos, pulpo, chorizo y algo que llama mucho la atención, los grandes asados, ya que no estamos acostumbrados a verlos hoy en día, ni siquiera en grandes celebraciones populares y el olor que desprenden es como hechizante. ¿o no?



     Para ser justos, diremos que no todos los mercados medievales son iguales, pero la diferencia no estriba tanto en lo que ofrecen, como en dónde se celebren …
SI, hay villas, pueblos y ciudades que por sus especiales características, por su mimo en la ambientación y el cuidado de los pequeños detalles, hacen que nos traslademos por un instante al medievo, donde caballeros, damiselas, bufones y demás personajes alimentan nuestra imaginación mientras disfrutamos en familia de unos mágicos instantes, y porqué no … de un buen vino.